Bernardino Antelo, “como la caca del quelele”

POR: JORGE ARAGÓN

A poco más de tres meses de haber rendido protesta como “flamante” diputado federal por el Municipio de Ahome, Bernardino Antelo Esper se encuentra inmerso en la más completa oscuridad, pues su presencia en el Congreso de la Unión ha sido solamente física, ya que no se le conoce alguna acción que realmente valga la pena a favor no digamos del Estado de Sinaloa, sino del país en lo general.

También conocido como “diputado terremoto”, Antelo Esper sigue brillando, pero por su novatez e ignorancia de los asuntos de relevancia nacional para los cuales se supone debe buscar alternativas de solución junto con sus compañeros legisladores.

Por lo pronto, el ahomense fue motejado así porque en el marco del 30 aniversario de los sismos de 1985 en la ciudad de México, presentó una iniciativa que contempla un nuevo reglamento con el que supuestamente se evitará la pérdida de millones de vidas y cuantiosas pérdidas materiales a causa de fenómenos naturales.

Durante su alucinógeno discurso, el diputado federal dijo estar seguro que su propuesta legislativa será el preámbulo de un futuro promisorio para la seguridad de los mexicanos y la infraestructura de la nación.

Tal vez Bernardino Antelo ignora lo caprichosa que es la naturaleza y que en el mundo no se ha diseñado todavía un sistema realmente eficaz que permita realizar un pronóstico confiable sobre la proximidad de un movimiento telúrico.

Hay incluso quienes consideran que podría haber estado en algún lugar donde ocurrió un sismo que le habría dado tal zangoloteada que lo dejó más que atolondrado.

“NO ME AYUDES, COMPADRE…”

Por cierto, ya que abordamos el tema de Bernardino Antelo, cabe hacer mención que uno de sus principales asistentes, Wilfrido Pineda Ruiz, es como si tuviera al enemigo en casa.

Este personaje en un principio trabajó en  el museo de la pérgola, asignado al instituto municipal de arte y cultura durante la administración de Zenén Xóchihua Enciso, y cuando se dio cuenta que por ignorada razón lo iban a correr al terminar el trienio, se fue a refugiar en el equipo de Bernardino Antelo.

¿Será digno de confianza?

Cuando se le acabe la chamba con el diputado federal, se preguntan varios, a donde dirigirá sus maquiavélicos pasos para seguir con su carrera de “chambista y oportunista”.