Luis Enrique Ramírez, el periodista que escribía de política, no de narco

Hace 11 años, Luis Enrique Ramírez salió de Sinaloa luego del asesinato de un colega. Desde entonces, denunció públicamente, en varias ocasiones, tener amenazas de muerte

Culiacán, Sin.- El cuerpo del periodista Luis Enrique Ramírez, fundador del diario Fuentes Fidedignas columnista de diario El Debate, fue encontrado envuelto en plástico este jueves en Culiacán, Sinaloa, convirtiéndose en el noveno comunicador asesinado en México en lo que va del año 2022.

Desde 2011, Enrique Ramírez ya había “vislumbrado” que, en cualquier momento, él podría ser el siguiente. Denunció amenazas de muerte en su contra, razón por la que abandonó Sinaloa y luego, por un tiempo, fue integrado al Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas.

El homicidio de Luis Enrique Ramírez ocurre a pocos días de que se cumpla el sexto aniversario luctuoso de Javier Valdez, otro reconocido periodista asesinado en Sinaloa por sus investigaciones sobre crimen organizado.

En tanto, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) informó este viernes que apoyará a la Fiscalía General de Justicia del Estado de Sinaloa (FGJES) en las investigaciones respecto del caso de Luis Enrique Ramírez.

“La SSPC lamenta y condena el asesinato de quien fuera director del portal Fuentes Fidedignas y columnista del diario El Debate, en Culiacán, Sinaloa. El Gobierno de México aplica el plan Cero Impunidad en coordinación con los gobiernos estatales para colaborar en las investigaciones de hechos delictivos que lastiman a la sociedad y dar con los responsables”, indicó la dependencia en un comunicado.

¿Quién era Luis Enrique Ramírez?

Luis Enrique Ramírez tenía 59 años de edad y casi 40 años de trayectoria periodística, a la cual incursionó tras su paso por la Escuela de Comunicación Social de Sinaloa. Fundó y dirigió el diario digital Fuentes Fidedignas , además de colaborar con otros medios y agencias de noticias.

En la actualidad, el periodista publicaba en El Debate su columna ‘El Ancla’ , en la que cuestionaba y analizaba a los actores políticos del estado, así como las acciones del gobierno.

Ramírez Ramos publicó dos libros: “La muela del juicio” (1994) y “La ingobernable” (2000), este último dedicado a la escritora Elena Garro.

Además, fue galardonado por su trabajo periodístico en 14 ocasiones. Entre los reconocimientos destacan: el Premio Pablo de Villavicencio de la Universidad Autónoma de Sinaloa (en dos ocasiones), el Premio de Periodismo del Festival Cultural de Sinaloa y el Premio Nacional de Periodismo Juvenil José Pagés Llergo del CREA.

Los primeros datos sobre su asesinato apuntan a que el periodista salió de su casa alrededor de las 2:00 horas del miércoles 4 de mayo y caminó hacia un comercio en la colonia Los Pinos.

“En el lugar se encontraban unos hombres armados con los que el periodista se hizo de palabras y lo privaron de la libertad. Durante la privación de la libertad hubo disparos y en el lugar quedaron manchas de sangre y una sandalia del periodista”, según reportó el medio local Río Doce , fundado por el periodista Javier Valdez.

A la mañana siguiente, el jueves 5 de mayo, las autoridades localizaron un cadáver emplayado junto a un camino de terracería por la carretera El Ranchito, al sur de Culiacán. En el transcurso del día, los familiares confirmaron que se trataba de Luis Enrique Ramírez.

“Apareció asesinado de la manera más espantosa”, contó este viernes a Grupo Fórmula Elena Poniatowska, escritora, periodista y amiga de Ramírez Ramos.

En la entrevista, Poniatowska dijo que conoció a Luis Enrique Ramírez en su juventud, cuando ambos trabajaban en el diario La Jornada en la Ciudad de México. “(Él) destacaba muchísimo. Él venía (a mi casa) porque no tenía máquina, aquí escribía sus artículos o porque no había comido o no había cenado, o venía simplemente a reírse, se reía con una enorme facilidad”, recuerda la escritora.

El trabajo de Luis Enrique, “el reportero metiche”

El mote de “el reportero metiche” le fue concedido a Luis Enrique Ramírez por la propia Elena Poniatowska, quien escribió una nota para el libro “La muela del juicio”:

“Luis Enrique Ramírez tiene el don de crear una historia en torno a cada uno de sus entrevistados. Los envuelve en atmósferas de su invención. Cada personaje le sugiere un universo distinto, un teatrino en el que él jala los hilos, hábil titiritero. Difícilmente el entrevistado percibe que ha sido atado con filamentos invisibles; luego de diez minutos de conversación empieza a moverse de acuerdo con la voluntad de Luis Enrique”.

Señalar el trabajo y los temas que abordaba Luis Enrique Ramírez resulta imprescindible en un país donde, se cree, la mayoría de los asesinatos de periodistas están relacionados con sus investigaciones sobre crimen organizado.

En el caso de Ramírez Ramos,solía escribir sobre temas de política de Sinaloa. Incluso, su última columna trató sobre un gasto excesivoque no pudieron justificar Roxana Rubio y Luis Ángel Solano, dos dirigentes del Partido Acción Nacional (PAN) “con peso real” en el estado.

En 2015, en una entrevista con MVS Radio, Ramírez Ramos aclaró que él no escribía sobre narcotráfico, que su trabajo se tornaba a la vida política de Sinaloa. Años antes, en 2011, su compañro Humberto Milán, quien se enfocaba en los mismos temas que él, fue asesinado.

“Yo no escribo del narco, yo no hablo ni mal ni bien del narco. Humberto tampoco, y mira, no fue suficiente para seguir haciendo su trabajo y, sobre todo, para conservar su vida. Humberto Millán y yo solo escribimos de políticos, y ahora resulta que tampoco vamos a escribir de los políticos. ¿Entonces de qué vamos a escribir los comunicadores sinaloenses?”, declaró Luis Enrique Ramírez en la entrevista con Luis Cárdenas.

En la misma charla, Ramírez Ramos confesó sentir un “peligro inminente” hacia su vida, y que en cualquier momento él sería el siguiente periodista asesinado porque “encajaba en el patrón”.

Luego del asesinato de Humberto Millán, Luis Enrique Ramírez dejó Sinaloa para refugiarse en la Ciudad de México con el apoyo de la organización Artículo 19, pues en ese entonces aún no existía el Mecanismo de Protección.

Para 2012, regresó a Sinaloa, con cierto grado de protección por parte del gobierno federal, fundó Fuentes Fidedignas y retomó su trabajo. La protección solo fue temporal y, de acuerdo con Animal Político, en la actualidad el periodista no estaba integrado en el Mecanismo de Protección.

“Estamos peor que hace 6 años”

Ismael Bojórquez, director del semanario Río Doce, considera que la situación actual de violencia e impunidad es peor ahora que hace seis años, cuando Javier Valdez fue asesinado.

“Hay nueve periodistas asesinados en lo que va del año, 34 en la administración de Andrés Manuel López Obrador, entonces podríamos decir, basados en esto, que estamos peor que antes”, dijo Bojórquez en entrevista con Radio Fórmula.

El periodista recordó que cuando se cometió el asesinato de Javier Valdez, Río Doce publicó una editoral en la que se señalaba que no sería el último periodista, pues ya existía un clima de violencia e impunidad sin precedentes.

“Hoy el crimen esta más desatado que nunca. Tenemos tres años de ‘abrazos, no balazos’. En el caso de Luis Enrique Ramírez, es evidente que fue un desencuentro con sicarios, porque ellos actúan con toda impunidad”, reclamó Bojórquez.