Cambiar de papa no sería una catástrofe”, asegura Francisco

Pero eso no quiere decir que “pasado mañana” no piense en ello, comentó.

El pontífice latinoamericano añadió que “no sería algo extraño” seguir el ejemplo de su predecesor, Benedicto XVI, de 95 años, quien renunció en 2013 al trono de Pedro porque le “faltaban las fuerzas” para seguir gobernando la milenaria institución.

Sin embargo, la idea de tres papas en el Vaticano, resulta descabellada aún para los más anticlericales, ya que el pontífice alemán reside aún en un convento dentro del Vaticano.

Francisco, que se ve un poco subido de peso, fue sometido el año pasado a una operación del intestino, sufre de ciática y ahora de problemas en los ligamentos de la rodilla.

Los informes médicos son limitados y muy escasas las explicaciones científicas.

Sin embargo, el mismo pontífice explicó que no se someterá a una operación, porque le teme a la anestesia, sobre todo después de la cirugía al colon a la que fue sometido el año pasado.

Todo parece indicar que los organizadores de los viajes papales deberán estudiar con mucha atención sus futuros peregrinajes, teniendo en cuenta la edad y sus limitaciones.

Preparando el futuro de la Iglesia

No se trata en efecto de primer papa de la era moderna que aparece enfermo ante los fieles.

Muchos católicos recuerdan los últimos años del papa polaco Juan Pablo II (1978-2005), quien presidía ceremonias encorvado y con problemas de dicción por la enfermedad de Parkinson, imágenes impactantes que desataban muchos interrogantes.

Francisco, en una entrevista reciente, aseguró que en el caso de que decidiera renunciar, le gustaría mantener el título de obispo emérito de Roma y confesar a los fieles dentro de una basílica romana. Declaraciones en las que indirectamente subrayaba su buen estado de salud mental.

La eventual renuncia de Jorge Mario Bergoglio ha sido uno de los temas más abordados por la prensa, ya que resultan cada vez más evidente sus problemas físicos.

En Canadá tuvo que agarrarse de los brazos de un asistente en varias ocasiones para levantarse de su silla de ruedas y se le veía notablemente agotado.

Esa  última decisión será dictada por “la voluntad del Señor”, añadió.

Lo que sí resulta seguro es que el Papa está preparando la iglesia del futuro y entre sus elegidos probablemente se encuentra su sucesor.

El 27 de agosto otorgará el título de cardenal a 21 nuevos religiosos, de los cuales 16 podrán participar en el Cónclave que elegirá al próximo pontífice.

Con esos nombramientos, el Colegio de Cardenales estará compuesto por 132 personas con derecho de voto, la mayoría designados por Francisco, quienes decidirán el futuro de la Iglesia y su sustituto en caso de muerte o renuncia.