Qué es “puke”, la palabra con la que AMLO tundió a Guacamaya Leaks y que sólo Adán Augusto entendió
López Obrador volvió a desestimar y a mofarse de las filtraciones del grupo Guacamaya contra el Ejército
A finales de septiembre, un grupo hacktivista filtró miles de documentos confidenciales de la Defensa Nacional (Sedena), luego de burlar su ciberseguridad, Desde entonces, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) no parado de desestimar las revelaciones del llamado caso Guacamaya Leaks a través de críticas y burlas.
Bajo ese sentido fue que el mandatario evocó sus raíces tabasqueñas para lanzar un peculiar insulto con un término de la tierra sureña, el cual, de entre los presentes, sólo podría entenderlos su paisano, el Secretario de Gobernación, Adán Augusto López.
De esa manera, en la mañanera de este 19 de octubre, Andrés Manuel señaló como “puque” al supuesto “resultado fallido” que sus opositores obtuvieron tras apoyarse del caso Guacamaya para desprestigiar a la imagen de su administración. Un esfuerzo al que se ha negado a colaborar con sus declaraciones pues, aseveró, “él no ayudará hacer el caldo gordo”.
Según varios blogs y sitios web de términos de Tabasco, el término puque (también escrito como puke) es empleado cuando se quiere referir a algo podrido.
Por su parte, la Real Academia Española (RAE) – mediante un tweet publicado en 2014 – explicó que dicha palabra también es usada en otras zonas de la República mexicana para referirlo específicamente a un huevo podrido.
En ese sentido, y a modo de respuesta de un internauta, la Academia no descartó que puke/puque tuviera gran relación con el inglés de Estados Unidos (EEUU), pues, señaló, uno de sus significados en dicho idioma es: “algo sin valor, nauseabundo o desagradable”.
Es por ello que López Obrador utilizó “puke” para mofarse de que sus adversarios no habrían logrado “derrumbar su Gobierno” con las revelaciones de Guacamaya. De ahí que los exhortó (también con un tono burlesco) a aplicarse y “buscar otro asunto”, en lugar de insistir con el hackeo masivo.
A finales de septiembre, el grupo hacktivista Guacamaya obtuvo miles de documentos confidenciales obtenidos de los archivos de la Defensa Nacional. Desde entonces, el Ejército mexicano se ha mantenido en el ojo del huracán por el sinfín de irregularidades reveladas.
Pese a ello, López Obrador ha insistido en defender al cuerpo castrense y al titular, Luis Cresencio Sandoval; postura caracterizada por el exceso de despreocupación ante el hackeo masivo, considerado como una de las vulneraciones digitales más graves a la Defensa Nacional. Con esa misma confianza fue volvió a negar la veracidad de las informaciones:
“Quisieran que siguiéramos hablando de esto. Que se apliquen y se busquen otro asunto. (…) Es politiquería. Es querer engancharme en lo que traman mis adversarios, los conservadores”, señaló, insinuando que no volvería a hablar de ello en las mañaneras. “De vez en cuando vamos a contestar algo así, pero no vamos a manchar la mañanera”