Las casas de Caro Quintero: qué pasó con la fastuosa mansión de playa que habría pertenecido al narco
En medio de una colina ubicada en la costa del Pacífico, a 20 kilómetros de Manzanillo, Colima, se yergue un imponente caserío entre la abundante vegetación que recubre el cerro Juluapan. En Google Maps se le encuentra como “Casa Abandonada La Cumbre”.
Es también un punto conocido por senderistas, quienes recomiendan sus vistas para apreciar en el horizonte el Puerto de Manzanillo, un punto clave para el tráfico de drogas sintéticas como fentanilo y metanfetamina.
Las vistas son espectaculares desde allá arriba, es ideal para hacer ejercicio, respirar aire limpio y tomarse fotos. Espero regresar pronto” y “Un mirador increíble y una caminata de lujo. Excelente lugar para hacer ejercicio y admirar la bahía. Muy recomendable el paseo”, son algunos comentarios sobre el lugar.
Para llegar hay que recorrer un sendero que va de subida por el cerro, ubicado a unos 45 minutos del Puente “La Boquita”. Caminando entre 30 y 40 minutos, aproximadamente unos tres kilómetros, se llega al punto más alto de la colina. Ahí se encuentra la imponente construcción: cuatro edificios en forma de desnivel, con tres pisos cada uno.
Afuera, en la entrada principal, un círculo formado con piedras de río da la bienvenida. En el interior las paredes están pintadas con cientos de graffitis. Cada piso es una réplica idéntica: la misma distribución de baños, las mismas columnas, mismas terrazas y mismos azulejos de estilo colonial.
La construcción del lugar, que a día de hoy se encuentra en total estado de abandono, parece sugerir que en el pasado se pensó para albergar un hotel. Desde la azotea la vista es majestuosa. La bahía de Manzanillo y un mar de árboles se extienden por todo el horizonte.
También llamada “La Casa de la Cumbre”, la leyenda cuenta que fue una de las tantas propiedades de Rafael Caro Quintero, “El Narco de Narcos”, fundador del Cártel de Guadalajara y responsable del secuestro y asesinato del ex agente de la Agencia Antidrogas estadounidense, Enrique “Kiki” Camarena.
La casa se encuentra abandonada desde hace décadas, pero aún así sigue siendo un destino turístico llamativo, principalmente para turistas y youtubers, sobre todo por la leyenda negra que la rodea.