Alianzas y detenciones: cómo se ha reestructurado el Cártel de Sinaloa en el gobierno de AMLO
Luego de que “El Chapo” Guzmán fuera condenado a cadena perpetua en Estados Unidos, la organización criminal sufrió diversos cambios que reconfiguraron el negocio de las drogas
Desde que Andrés Manuel López Obrador (AMLO) asumió la Presidencia de México en diciembre de 2018, uno de sus proyectos de nación ha sido combatir el crimen organizado, en particular a los grupos involucrados en el narcotráfico, debido a la ola de violencia que desataron en los sexenios anteriores.
Entre las agrupaciones delictivas que operan en el país destaca el Cártel de Sinaloa, identificado por el Gobierno de Estados Unidos como una organización transnacional que ha logrado expandir sus actividades ilícitas fuera del territorio mexicano.
Si bien para 2018 Joaquín El Chapo Guzmán -uno de los líderes de la organización- ya había sido detenido y enfrentaba un proceso penal en Nueva York, los hijos del capo sinaloense heredaron el imperio criminal construido a lo largo de décadas y, poco a poco, le han dado un nuevo giro al negocio de las drogas.
Disputas territoriales, enfrentamientos armados, capturas y sanciones son algunas de las problemáticas que el Cártel de Sinaloa ha tenido que enfrentar durante la actual administración. Aunque por otro lado también ha forjado alianzas que le han permitido seguir siendo uno de los grupos con mayor poder y presencia en México, al grado de encabezar el tráfico de fentanilo a nivel regional.
Líderes del Cártel
Luego de que Guzmán Loera fuera condenado a cadena perpetua en EEUU en 2019, el Cártel de Sinaloa quedó bajo el mando de al menos cuatro agrupaciones que, si bien tienen diferencias internas sobre los modos de operar, funcionan bajo la misma red criminal. Una de ellas es liderada por Ismael Zambada García, alias El Mayo, uno de los primeros fundadores de la organización.
A diferencia de otros narcotraficantes, El Mayo nunca ha pisado la cárcel. Pese a su bajo perfil, el capo sinaloense es uno de los objetivos prioritarios de Estados Unidos, ya que se ofrece una recompensa de hasta USD 15 millones a cambio de información que lleve a su captura.
Por otro lado se encuentra Aureliano Guzmán Loera, alias El Guano, mejor conocido por ser el hermano de El Chapo Guzmán. Además de ser uno de los miembros de alto rango dentro del también llamado Cártel del Pacífico, dicho sujeto controla las rutas de drogas desde Sinaloa hasta Estados Unidos. Debido a ello, las autoridades del país vecino ofrecen una recompensa de hasta USD 5 millones.
Si bien se presume que el reconocido narcotraficante Rafael Caro Quintero también lideró una agrupación del Cártel de Sinaloa al norte del país, reportes de inteligencia indican que se habría unido al Cártel de Caborca. Lo cierto es que el Narco de Narcos fue capturado a mediados de julio de 2022 tras un operativo en Sinaloa.
Además de El Mayo, la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) ha identificado que los hijos del Chapo controlan cierto sector del Cártel de Sinaloa. Se trata de Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar -a quienes tuvo junto a su primera esposa María Alejandrina Salazar-, así como de Joaquín y Ovidio Guzmán López, nacidos de su relación con Griselda López Pérez.
Los cuatro lideran la facción de “Los Chapitos” y/o “Los Menores”, responsables del tráfico de fentanilo que llega a EEUU. Debido a su implicación en el trasiego de drogas, tanto Iván como Jesús se encuentran en la lista de los 10 fugitivos más buscados por la DEA. La recompensa ofrecida por cada uno es de USD 10 millones.
Expansión territorial
Para octubre de 2019, el Cártel de Sinaloa controlaba operaciones delictivas en al menos 17 entidades de la República, según un documento entregado a finales de 2018 por el gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018) a sus sucesores en la administración de López Obrador.
Para ese entonces, la organización contaba con diversas facciones y brazos armados que combatían a los grupos rivales, entre los que destacaba “Gente Nueva”, el cual tenía presencia en Chihuahua, Colima, Durango, Guerrero, Nuevo León, Sinaloa y Tabasco, de acuerdo con informes de Lantia Intelligence.
También contaba con el apoyo de Los Salazar en Sonora; de Los Cabrera en Durango; de Los Mexicles en Chihuahua; de Los Ninis en Sinaloa y de Los Artistas Asesinos en Ciudad Juárez. Cada una de estas facciones y brazos armados responden a diferentes líderes pero operan bajo la misma estructura delictiva.
A lo largo de tres años, el Cártel de Sinaloa se expandió a 24 de los 32 estados que conforman la República, según una investigación realizada por la firma AC Consultores a la cual el periodista Héctor de Mauleón tuvo acceso. Las únicas entidades en las que no ha logrado asentarse de manera adecuada son Hidalgo, San Luis Potosí, Michoacán, Tamaulipas y Querétaro.
Principales detenciones del Cártel
La captura de Ovidio Guzmán López, también conocido como El Ratón, ha sido uno de los golpes más fuertes que ha recibido el Cártel de Sinaloa durante la administración de AMLO. Su detención se llevó a cabo a principios de enero de este 2023 en Sinaloa, tras un intenso operativo en el que falleció una decena de militares.
Sin embargo, al menos otros 15 operadores relevantes de dicha organización han sido detenidos en el gobierno de López Obrador, según reportes de Zeta Tijuana.
Entre las más relevantes destaca la de Samuel “N”, alias El Tío Sam; Octavio Leal Hernández, alias Chapito Leal; Armando Batiz Camarena, alias El Ingeniero; Leonel Camacho Mendoza; alias Osama Bin Laden; Héctor Eduardo Infante, alias El Tolín Infante; Francisco Torres, alias El Duranguillo, y José Guadalupe Tapia Quintero.