Ésta es la profesión que ‘La Barbie’ decía ejercer; era conocido como “El señor Rogelio”
Édgar Valdez Villarreal, cuando operaba en la CDMX, se hacía pasar por ingeniero y utilizaba el nombre de ‘el señor Rogelio’
A mediados del 2002, cuando ‘La Barbie’ conoció a su entonces futura esposa Priscila Montemayor, era una persona de cuerpo atlético y siempre acostumbraba vestir formal, al cuidarse como un metrosexual, pues utilizaba cremas para el rostro y usaba una cámara de hiperbárica.
Lo llamativo de todo es que disfrazaba sus actividades delictivas al hacerse pasar por ingeniero que respondía al nombre de ‘el señor Rogelio’, pues para aquellos años no se revelan muchos datos sobre su identidad e incluso no había muchas fotos de cómo lucía.
“En aquellos años, cuando conoció a Priscila, vestía como un yupi y se cuidaba como un metrosexual, contrataba masajistas, compraba cremas costosas, usaba una cámara de hiperbárica, se inyectaba un menjurje de placenta que le daba juventud y vitalidad a su rostro, compraba trajes, camisas de vestir, zapatos y relojes de las mejores marcas, quienes lo conocieron lo describieron con un hombre muy guapo y al mismo tiempo un ególatra”, se lee en el libro ‘Emma y las otras señoras del narco’ de Anabel Hernández.
De acuerdo con la periodista Anabel Hernández, Valdez Villarreal hablaba con acento norteño, por lo que aseguraba que era originario de Tamaulipas, entidad que lo cobijó tras su salida de Estados Unidos, por problemas con la justicia.
“Hablaba con acento norteño y en el mundo cotidiano se hacía pasar como ingeniero o como ‘el señor Rogelio’, con todo, ni la buena apariencia ni el falso título profesional, podían borrar su vulgaridad, malhablado e irónico con sus más cercanos hacía exhibición de sus flatulencias, como si tener un arma, dinero y poder, obligara a los otros a tener que soportar sus malos olores”, se lee en la obra de Anabel Hernández.
A pesar de llamativa apariencia, ‘La Barbie’ seguía siendo alguien vulgar, a quien le gustaba presumir el olor de sus flatulencias, al creer que por su poder tenía la oportunidad de obligar a todo a soportar sus malos olores.
‘La Barbie’ era cliente VIP de una joyería
Al hacerse pasar como ‘El Señor Rogelio’, ‘La Barbie’ acostumbraba visitar una lujosa tienda de joyería en la colonia Polanco de la Ciudad de México, en la cual llegó a ser considerado como un cliente VIP, sin embargo, nadie estaba enterado sobre su actividad delictiva.
“Lo recibían como el señor Rogelio, lo atendía el gerente, un señor entre 40 y 45 años, de traje obviamente, bien educado, bien rasurado, había dos empleadas que le traían las joyas y el joyero para decirle de qué calidad eran las joyas. ‘La Barbie’ compraba joyas para toda su familia, para Arleth Terán y las chicas”, se lee en el libro de la periodista mexicana.