Así hablaba AMLO sobre la injerencia del narco en las elecciones de 2006
A inicios del proceso electoral de 2006, el ahora presidente López Obrador evidenció la importancia de “evitar las aportaciones de dudoso origen
Una de las decisiones políticas más recordadas del ahora presidente Andrés Manuel López Obrador tuvo lugar a mediados de 2005, cuando solicitó su renuncia al cargo de jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal para postularse como aspirante a la Presidencia por el Partido de la Revolución Democrática (PRD). A 18 años los hechos, su primera campaña presidencial revivió como tema de interés nacional luego de que distintos medios de comunicación apuntaron que fue financiada por dos organizaciones criminales: los Beltrán Leyva y Los Zetas.
Los primeros señalamientos en contra del líder del Ejecutivo salieron a la luz el pasado 30 de enero, cuando ProPublica, DW e InSight Crime publicaron reportajes que coincidieron en que personajes cercanos a López Obrador en 2006 recibieron 2 millones de dólares del Cártel de Sinaloa para financiar su campaña presidencial.
Luego, durante la transmisión de su programa en Latinus del pasado 15 de febrero, el periodista Carlos Loret de Mola compartió las declaraciones de Celso Ortega, un hombre que se identifica como líder del grupo criminal ‘Los Ardillos’.
En una breve entrevista, el presunto criminal reveló que cuando fue integrante de Los Zetas, Omar Treviño Morales, el ‘Z-42′, uno de los líderes más reconocidos de dicho cártel le reveló que estaban pagando la campaña de López Obrador.
“Una vez ganando AMLO, era de Los Zetas todo el país”, señaló.
Al respecto, destaca que, a inicios de dicho proceso electoral, el ahora mandatario federal señaló la importancia de no dejar que ningún cártel de drogas se infiltrara en el proceso electoral. Esto fue lo que dijo hace más de una década.
“El que da dinero siempre pide algo a cambio”: AMLO
En conferencia de prensa previo a un mitin que se celebró en la Plaza de los Constituyentes, Nayarit, el entonces aspirante a la Presidencia dejó en claro la importancia de que el narcotráfico no se infiltrara en las campañas, así como “evitar las aportaciones de dudoso origen”.
En esa línea, señaló que hasta ese punto del proceso electoral ―30 de enero de 2006―, ningún grupo criminal había tratado de llegar a algún acuerdo con él, además de que aseguró que no recibiría aportaciones de grupos organizados.
“El que da dinero siempre pide algo a cambio”, advirtió.
Dicha declaración destacó, tal y como lo hicieron las próximas de ese tipo, por su promesa en caso de ganar la silla presidencial:
“Vamos a impedir que se asocie la autoridad con la delincuencia organizada; si lo evitamos, podremos combatir con éxito el crimen organizado”.
Pese a sus propuestas y el gran número de simpatizantes a su favor, López Obrador perdió la Presidencia por un estrecho margen frente a Felipe Calderón Hinojosa. Datos del entonces Instituto Federal Electoral (IFE), ahora INE, indican que obtuvo 14 millones 756 mil 250 votos (35.31%), sólo 243 mil 934 menos que el panista (35.89%).
Al respecto de las recientes acusaciones en su contra, el mandatario federal ha rechazado reiteradamente haber recibido algún tipo de apoyo económico del narco.