Mingo Vázquez, entre transas, bates y pelotas electorales
Cuando Domingo -Mingo- Vázquez entró a la contienda electoral 2021 por la alcaldía de Ahome aquellos ciudadanos que sí reflexionan se preguntaron: ¿Quién es Mingo? ¿Por qué y para qué busca la presidencia? ¿Cuál es su nivel cultural y capacitación profesional? ¿Qué sabe de urbanismo, salud municipal, seguridad y prevención de delitos y de leyes y reglamentos que rigen la vida municipal? ¿Cuál es su especialidad? Fueron dos las respuestas: 1.- No sabe nada de administración pública municipal 2.- Es especialista en robar al gobierno y a los trabajadores.
La conclusión es que pese a poseer una fortuna mal habida basada en las transas sindicato de electricistas-CFE-empresarios no puede ocultar su trayectoria de picarazo de siete suelas con ambiciones de poder que, asesorado por una caterva de pícaros de la vieja guardia del PRI, fue metido al ruedo político con la esperanza de que con las siglas del Partido del Trabajo captara el voto de los ingenuos y estúpidos que creen que con regalar bates y pelotas, haber subido postes de la luz y ser lidercillo del sindicato electricista, es más que suficiente para convertirse en alcalde de Ahome. Mingo Vázquez no ganó aquella elección pese al apoyo que recibió del destructor del municipio Guillermo-El Billy-Chapman.
El tracalero sindical está en estos momentos en la jornada electoral 2024 en calidad, según él, de «víctima electoral» con el mismo cuento del 2021, no agarrado del membrete del PT, sino encaramado en la alianza PRI-PAN-PRD, al lado de personajes locales desesperados por robarse el presupuesto municipal. Carlo M. Cipolla, historiador económico italiano, advierte en su breve ensayo sobre “Las leyes fundamentales de la estupidez humana” que la humanidad se encuentra en un estado deplorable, y que “siempre e inevitablemente cada uno de nosotros subestima el número de individuos estúpidos que circulan por el mundo”. Esto encaja en los planes de Mingo y su pandilla que le ven caras de pendejos a todos los ahomenses.
Cipolla clasifica a los seres humanos en cuatro categorías: los “incautos”, que con su acción obtienen perdidas para ellos y beneficios para los otros; sus opuestos que serían los “malvados”, que con su acción obtienen beneficios a costa de otros; los “inteligentes”, quienes actúan de manera que todos ganan; y sus antagónicos, los “estúpidos”, que consiguen que todos pierdan. Mingo Vázquez, con su reparto de bates y pelotas, sin los conocimientos y experiencia para gobernar Ahome, busca el voto de los incautos dirigido por un cuerpo de asesores malvados que ven como un botín el ayuntamiento de Ahome y también del sufragio de los estúpidos hipnotizados con los bates y pelotas que regala Mingo que tiene todas las características para hundir el municipio, como lo hizo su amigo «Billy» Chapman.
Nada sabe Mingo Vázquez sobre gobernabilidad municipal. No entiende nada del manejo del presupuesto del ayuntamiento y sus soportes fiscales. Es un mal parlanchín, mentiroso y ambicioso, que le gusta amasar fortunas esclavizando a la gente, porque ese fue el trato que le dio a los trabajadores del sindicato de electricistas del que fue lidercillo local, cargo con el que se enriqueció. Las operaciones ilícitas sindicato-CFE-empresarios que lo convirtieron en millonario no se pueden ocultar. Lo fuerte de Mingo es la picarada sindical y el regalo de bates y pelotas. No trae más en la buchaca.