“Con placas federales y vencidas, Grúas Menchaca ofrece servicios al Gobierno”

En medio del caos y el tráfico de nuestra ciudad, una oscura figura ha emergido: Grúas Menchaca. Esta empresa, que presumiblemente debería ofrecer un servicio de auxilio, se ha convertido en la personificación del abuso y la ilegalidad. Sus grúas, equipadas con placas federales, no solo están vencidas, sino que también violan flagrantemente la ley al operar en áreas urbanas donde no tienen autorización.

La situación es insostenible. Las placas federales, que solo les permiten transitar por carreteras, han sido tornadas en cómplices de un sistema corrupto que se burla de las regulaciones establecidas. Grúas Menchaca opera con impunidad en el corazón de Los Mochis, poniendo en riesgo a la ciudadanía al utilizar vehículos que, de acuerdo con las normativas, no deberían estar en la ciudad. ¿Qué clase de institución permite que esto continúe?

Según declaraciones de inspectores de Vialidad y Transporte en Sinaloa, la realidad es dolorosamente clara: estas grúas no tienen el permiso necesario para brindar servicios de arrastre en la ciudad. Su presencia en nuestras calles es una violación monumental que debería atraer severas sanciones. Sin embargo, en lugar de eso, Grúas Menchaca actúa como si las leyes no aplicaran a ellos.

La indignación de la población crece cada día. No solo se trata de un servicio deficiente, sino de un fuerte desprecio hacia los ciudadanos que confían en que su gobierno les proteja y les brinde servicios adecuados. Los dueños de esta empresa, arrogantes y prepotentes, creen que son los dueños de la ciudad, y su actitud desafiante ha instaurado un clima de miedo y desconfianza.

Es un clamor urgente: ¡las autoridades deben actuar de inmediato! Marcos Osuna, delegado de Vialidad en Sinaloa, no puede permitir que estas “grúas pirata” sigan operando como si nada. Las quejas sobre su conducta abusiva deben ser tomadas en serio, y la protección de la ciudadanía debe ser la prioridad por encima de cualquier interés privado.

La exigencia es clara: se requieren auditorías exhaustivas, sanciones drásticas y un compromiso decidido de las autoridades para erradicar esta red de corrupción. Grúas Menchaca no puede seguir burlándose de la ley y de los ciudadanos que merecen un servicio de calidad y no una extensión del abuso. ¡Es hora de que la justicia prevalezca en Los Mochis! ¡Basta de complicidad y de impunidad!