Ovidio podría dejar la prisión a los 55 años; ya es testigo protegido en EU

Los hermanos Guzmán serán utilizados como testigos en el juicio contra Ismael El Mayo Zambada, dice exservidor
SAN DIEGO. Ovidio Guzmán López ya es testigo protegido y su hermano Joaquín lo será también, pero ambos tendrán que pasar todavía entre 15 y 20 años en prisión, dijo a Excélsior el exdirector de operaciones internacionales de la DEA, Mike Vigil.
Las fiscalías de Nueva York y Chicago redujeron los cargos y las sentencias más graves a los dos hermanos, porque los usarán como testigos en juicio contra Ismael El Mayo Zambada.
Los fiscales quieren probar con los testimonios de Ovidio y Joaquín los cargos contra El Mayo más allá de toda duda, pues de lo contrario el cofundador del Cartel de Sinaloa, aunque con pocas posibilidades, todavía puede ser declarado inocente, lo que tendría un impacto no sólo en EU, sino en el narcotráfico en el mundo, dijo Vigil.
En entrevista telefónica en la que defendió abiertamente a la presidenta Claudia Sheinbaum ante declaraciones del abogado de Ovidio, Jeffrey Lichtman, el exfuncionario platicó cómo fue que El Mayo fue secuestrado y cómo será desde ahora la vida de los hijos de El Chapo Guzmán.
Explicó que “el Buró Federal de Prisiones tiene unas 15 cárceles a las que traslada a testigos protegidos como Ovidio, que todavía tienen que cumplir sentencias y corren el riesgo de que los maten dentro de otros penales”.
Explicó que Ovidio, de 35 años, calculó que de aceptar un acuerdo con las fiscalías saldría de prisión a los 50 o 55 años y ya dentro del programa de testigos protegidos.
“Eso fue lo que los fiscales inicialmente ofrecieron a Ovidio cuando llegó extraditado, a cambio de convencer a su hermano Joaquín de que se entregara, por eso le permitían que llamara por teléfono a Joaquín a Sinaloa.
“Pero cuando Joaquín ya había accedido, surgió la posibilidad de que trajera por la fuerza a El Mayo Zambada”.
Joaquín es ahijado de El Mayo. Resultó que Joaquín “secuestró a El Mayo. Este viernes va a ser un año que el hijo de El Chapo forzó a su padrino, de 77 años, y enfermo, a subir a un vehículo y luego a una aeronave en la que lo trasladó a EU.
“Todo eso se llevó a cabo sin dinero de EU, lo cubrió totalmente Joaquín Guzmán”, explicó Vigil.
A partir de entonces, la negociación con los hermanos tomó una vertiente, de aceptar cargos los dos, y Joaquín, por su parte, entregarse, a convertirse en testigos estrella en el juicio contra El Mayo.
En la negociación los fiscales borraron a Ovidio cargos con penas que equivaldrían a más de un siglo de prisión, ignoraron que fuera cabecilla de una organización designada terrorista, y a Joaquín le quitaron públicamente la posibilidad de enfrentar la pena de muerte.
Estados Unidos también “trajo a 17 familiares de Ovidio para prevenir que sufrieran represalias en Sinaloa, su esposa, sus hijas, sus tías, sus sobrinas. En más de tres décadas de trabajar para la DEA, nunca vi nada así. Se supone que la protección se amplía, si acaso a la familia inmediata. Pero esto te da una idea de la importancia que le están dando a Ovidio”, dijo Vigil.
Cuando El Ratón eventualmente salga de prisión, el gobierno le dará un certificado falso de nacimiento, una licencia de conducir y otros documentos basados en esa acta, tendrá un lugar dónde vivir alejado de áreas donde pudiera operar el Cártel de Sinaloa y dinero hasta que pueda sostenerse por sí mismo.
Vigil comentó que de unos 20 mil testigos protegidos que supervisa el alguacil federal, aproximadamente 17% vuelve a delinquir tras salir libre.
La diferencia, por ahora en las negociaciones de Ovidio y Joaquín Guzmán, es que para iniciar la negociación, El Ratón tuvo que entregar una declaración jurada escrita en la que dice todo lo que sabe del narcotráfico; Joaquín tendría que aportar asuntos de peso a la declaración de su hermano.
Dijo sospechar que en la declaración jurada de Ovidio hay elementos que la defensa de El Mayo pudiera rebatir o anular con datos oficiales de México y por eso Lichtman se lanzó contra la Presidenta.
“Por lavarle la cara públicamente a Ovidio, un narcotraficante, lanzó acusaciones totalmente falsas contra la Presidenta; no sólo fue una falta de respeto y una estrategia mal pensada, sino una difamación, y por eso ahora va a tener que enfrentar una demanda”, destacó y añadió que Lichtman actuó con poco conocimiento sobre el modo de operar de los cárteles.
Sentencian a mexicanos
El Departamento de Justicia de Estados Unidos dio a conocer la sentencia de dos ciudadanos mexicanos a 55 meses de prisión cada uno por parte del juez de distrito Keith P. Ellison tras confirmarse su participación en una conspiración de lavado de dinero multimillonaria que duró al menos dos años, tiempo en el cual trasladaron ganancias del narcotráfico a través de Texas hacia México.
De acuerdo con el expediente, Mauricio Anzures Zárate, de 53 años, y residente de la Ciudad de México, y Beatriz Salcedo Carreón, de 63 años, y residente de Guadalajara, participaron en una sofisticada conspiración internacional de lavado de dinero para transferir fondos provenientes de la venta de drogas ilegales en Estados Unidos a cárteles en México sin transportar físicamente el dinero a través de la frontera entre ambos países.