Jorge Miller, imposibilitado para poner orden en el CRRI y otras dependencias bajo su cargo

POR: JORGE ARAGÓN 

La incapacidad de Jorge Miller Benítez para el ejercicio de la función pública día con día se pone más de manifiesto.

Tal parece que este personaje solamente busca un lucimiento personal ante la presidenta del sistema DIF-Sinaloa, Alma Sofía Carlón, y el propio gobernador Mario López Valdez, a quienes al parecer les han colocado una venda en sus ojos y no alcanzan a ver la incapacidad para desempeñar con eficiencia su función.

Al contrario, Miller Benítez hace uso de su puesto para propósitos muy personalistas, sin importarle en lo mínimo el buen funcionamiento de la dependencia que tiene a su cargo, y decepcionando a quienes en él depositaron su confianza para fortalecer el trabajo de la primera dama en el estado.

Una de las situaciones que se le cuestionan al director estatal del DIF, es su falta de voluntad para poner orden en dependencias de gran importancia por los beneficios que se supone deben llevar a la sociedad, como el CRRI, cuyas instalaciones al menos en el Municipio de Ahome, son “adaptadas” para que por las noches se conviertan en enormes cantinas donde el personal consume exorbitantes cantidades de bebidas etílicas. Las borracheras son para recordarse por mucho tiempo.

Incluso, Renato Flores Ramos, quien simula fungir como administrador del Centro Regional de Rehabilitación Integral en el Municipio de Ahome, ha admitido sin pudor que sí, en esa dependencia se organizan grandes borracheras, en una de las cuales, admitió, estuvo presente Alma Sofía Carlón de López.

Esa ocasión, dicen los que ahí estuvieron las bebidas corrieron a discreción e incluso la esposa del gobernador resintió los efectos y se emborrachó.

Se ha dicho con insistencia que ese tipo de reuniones se convierten en el escenario propicio para fraguar planes maquiavélicos, ya que la “grilla” se encuentra en todo su esplendor, a tal grado que Renato Flores Ramos,fuera despedido en 2 ocasiones luego que trabajadores del lugar mal informaron a funcionarios en la Unidad Administrativa de la capital del Estado.

Dicen los que saben del tema, que quienes fraguaron el despido fueron Jesús Adolfo Estrada Serrano, Diana Patricia López Sáenz, Orvelin Torres, ésta última utilizando sus atributos físicos no solo para lavar cerebros si no tambien para conseguir plazas en el CRRI y otras áreas del DIF estatal.
Por algo le dicen “la mamá de los pollitos”.