Félix Hays, político cholo; las “pintas”, su especialidad

POR: JORGE ARAGÓN

Se jacta de ser un impulsor de la cultura y ayudar a la juventud para que no deje de estudiar.

Pero no predica con el ejemplo.

Por un lado se dice promotor de las buenas costumbres. Sus acciones demuestran lo contrario.

Pese a que tiene un largo camino recorrido en la cuestión política, sigue utilizando sistemas arcaicos y que se pueden considerar incluso actos vandálicos.

No le importa utilizar cualquier medio para promocionar su figura, ahora que quiere convertir en realidad el sueño guajiro de ser Presidente Municipal de Ahome, cobijado por los ilusos que militan en el Partido Nueva Alianza.

Rubén Félix Hays raya en el paroxismo.

Su afán enfermizo por ser alcalde de Ahome parece haberle hecho perder la razón.

Se ha hecho a la idea de que nadie le puede decir nada y que sus acciones son merecedoras de atronadores aplausos.

Nada más alejado de la verdad. Y para muestra un botoncito.

Por el rumbo de la colonia Las Canteras, en Los Mochis, las expresiones de repudio en su contra se han dejado escuchar. Y no lo hacen quedito.

Lo gritan a los cuatro vientos.

Resulta que el “flamante” candidato del Panal, como vulgar cholo, ha llegado hasta las paredes o bardas de las casas y, como vulgar cholillo, bote de spray en mano, plasma sus “promocionales” en cualquier lugar, el que le venga en gana.

Pero lo hace sin pedir permiso. Como si fuera propietario de bienes y conciencias.

Cuando los dueños de inmuebles salen, se encuentran con la desagradable sorpresa de que se han convertido en involuntarios promotores de las ambiciones de poder político y del “Burrencito”, como ya lo empiezan a nombrar en muchos sectores no solo de Los Mochis, sino de muchos puntos de la geografía ahomense.

“No es posible que un cabrón político actúe de esta manera. Son chingaderas”, dijo el Sr. Miguel uno de los afectados que al salir de su casa se dio cuenta que se había convertido en involuntario promotor de las ambiciones políticas de Rubén Félix Hays.

“Esto es un acto de vandalismo puro. Ya ni chingan estos pinches políticos”, dijo el indignado vecino mientras se introducía a su casa recordándole el diez de mayo, ya próximo por cierto, a Rubén Félix Hays.