Sylvia Paz: despido masivo de trabajadores de la UdeO

 

La imposición de Sylvia Paz Díaz Camacho en la rectoría de la Universidad de Occidente genera un sacudimiento pues indignó a varios miembros de esa institución a quienes se les negó el derecho de acceder a tan honorable cargo. El nombramiento trae aparejado el proyecto de despido masivo de trabajadores administrativos y académicos de la UdeO y la estructuración de un equipo universitario alineado al Proyecto del PRI rumbo al 2018.
A Silvia Paz Díaz Camacho se le liga a un grupo de investigadores, muchos de ellos vinculados al PRI. Es gente cercana a la diputada Martha Tamayo Morales, ex dirigente estatal del tricolor. Se mueve en el Colegio de Sinaloa, reducto de intelectuales y académicos prendidos de la ubre presupuestaria de los gobiernos priistas.
La reconocida científica en 2009 estuvo a punto de ser electa rectora de la Universidad Autónoma de Sinaloa, pero no recibió el apoyo del Consejo Universitario. Su arribo a la UdeO es visto como un insulto por los investigadores y académicos de la institución que aspiraban a la rectoría pero que permanecían a la expectativa pues tradicionalmente el gobernador en turno impone a la máxima autoridad.
Aarón Sánchez Ureta fue impuesto por Mario López Valdez como una concesión al grupo político de Juan S. Millán.
Aunque una golondrina no hace verano, la imposición de Silvia Paz generó incertidumbre pues la señora se dice “tocada por Dios” y desprecia a los maestros y trabajadores que no tengan maestría y doctorado o que no pertenezcan al Conacyt.
Junto con su arribo, se desató la polémica contra la UdeO y lo menos que se dice es que desde su fundación “la han utilizado como moneda de cambio frente a grupos e intereses que la ven como posibilidad de rapiña en vez de asumirla en todo su potencial del saber”, sin agregar claro que es parte del andamiaje electoral del PRI, hecho que se intenta a todas luces ocultar.
Como si los maestros y trabajadores administrativos fueran culpables de todo lo que sucede en la UdeO y de la corrupción que ha movido a sus rectores, que han llegado ahí para saquearla, una lectura del despido masivo para dar paso a los “investigadores” es el hecho de atribuir la imposición de Silvia Paz a una jugada de “doble impacto”: por un lado, rescatar de la mediocridad académica a la U de O y de la triste fama de cobrar mucho y enseñar poco a sus estudiantes y fortalecerla como apéndice del PRI.
Sylvia Paz recibe una UdeO saqueada y sumida en el descrédito. El proyecto de despido involucra a más de 250 trabajadores, entre directivos, académicos y administrativos.