Crece percepción de inseguridad en Culiacán: Inegi

En Mazatlán dicha percepción se redujo, aunque a nivel general en el país son más los ciudadanos que no se sienten seguros

 

Culiacán, Sin.- El 73.9 por ciento de los habitantes de Culiacán se sienten inseguros de vivir en esta ciudad, reveló la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) realizada por el Inegi.

 

En los resultados se precisa que en el caso de la capital sinaloense en la anterior medición de junio de 2016 el 62.1 por ciento se sentía inseguro en la ciudad, sin embargo para septiembre del mismo año el porcentaje subió a 73.9.

 

En el caso de Mazatlán y Los Mochis, que son las otras dos ciudades de Sinaloa evaluadas, los resultados son diferentes. La ENSU 2016 revela que en el puerto la percepción de inseguridad se redujo, de 57.5 a 54 por ciento.

 

En cuanto a la capital de Ahome, la última medición arroja un 59.4 por ciento de ciudadanos que se sienten inseguros, en tanto que no se muestran los resultados de la anterior encuesta de junio de 2016.

 

México inseguro

 

De acuerdo con la información del decimotercer levantamiento de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) durante el pasado mes de septiembre de 2016 se encontró que 71.9% de la población de 18 años y más consideró que vivir en su ciudad es inseguro.

 

El sondeo realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), detalló que en el último mes del año pasado presentó un cambio significativo respecto a septiembre de 2016 y diciembre de 2015 cuando los resultados fueron de 71.9 y 67.7 por ciento, respectivamente.

 

En diciembre de 2016, las ciudades con mayor porcentaje de personas de 18 años y más que consideraron que vivir en su ciudad es inseguro fueron: Villahermosa, Chilpancingo de los Bravo, la región Oriente de la Ciudad de México, Ecatepec de Morelos y Fresnillo, con 97.5, 96.2, 95, 94.9 y 90.7 por ciento, cada una.

 

En contraste  las ciudades cuya percepción de inseguridad es menor fueron: Mérida, Puerto Vallarta, Durango, Tepic y Piedras Negras, con 33.8, 40.5, 42.2, 44 y 47 por ciento, respectivamente.

 

Con respecto a la Expectativa social sobre la seguridad pública, en diciembre de 2016, el 34.7 por ciento de la población de 18 años y más consideró que en los próximos 12 meses la situación de la delincuencia en su ciudad seguirá igual de mal, lo que representa una disminución de 1.6 puntos porcentuales respecto al mismo trimestre de 2015.

 

Por otra parte, 37.4 por ciento de población mencionó que la situación empeorará en los próximos 12 meses, lo que representa un aumento en el indicador de 10.8 puntos porcentuales respecto a diciembre de 2015.

 

Los resultados del decimocuarto levantamiento de la ENSU revelan que, durante el cuarto trimestre de 2016, la proporción de la población que mencionó haber visto o escuchado conductas delictivas o antisociales en los alrededores de su vivienda fueron: consumo de alcohol en las calles (66 por ciento), robos o asaltos (65.6), vandalismo (51.4), venta o consumo de drogas (42.3), bandas violentas o pandillerismo (34.7) y disparos frecuentes con armas (34 por ciento).

 

Respecto de diciembre de 2015 se presentó un aumento de 2.1 puntos porcentuales en cuanto a la atestiguación de bandas violentas o pandillerismo; mientras que para los casos de vandalismo en las viviendas o negocios y consumo de alcohol en las calles, se observaron disminuciones de 4.5 y 3.8 puntos porcentuales, respectivamente.

 

En torno al cambio de hábitos  como resultado de la inseguridad prevaleciente, el 63.4 por ciento de la población de 18 años y más, residente en las ciudades objeto de estudio, manifestó que durante el cuarto trimestre de 2016 modificó sus hábitos respecto a “llevar cosas de valor como joyas, dinero o tarjetas de crédito” por temor a sufrir algún delito; mientras que 57.9 reconoció haber cambiado hábitos respecto a “permitir que sus hijos menores salgan de su vivienda”; 52.3 cambió rutinas en cuanto a “caminar por los alrededores de su vivienda, pasadas las ocho de la noche” y 35.5 por ciento cambió rutinas relacionadas con “visitar parientes o amigos”.