¡Ah que la Política!
POR: Carlos Roberto Valle Saracho
NEGOCIOS REDONDOS. Quien realizó jugosos negocios en programas de seguridad, es el Doctor Joel Quiñonez Reyna, actual Director del Instituto Estatal de Ciencias Penales y Seguridad Pública (INECIPE), fue de los privilegiados en la pasada administración, a quien sirvió como consejero en el Secretariado Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública, quien aprovechando esa representación, logró hacer negocios no muy claros, aprovechándose de la amistad que le dispensaba el entonces Secretario de Seguridad Pública Estatal, Genaro García Castro, el pretexto fue para la presunta capacitación policial a ayuntamientos de la entidad y de corporaciones policiacas, negociaciones ilícitas que contravienen la ley, a la propia ley orgánica de INECIPE, Joel Quiñonez no puede llamarse desconocedor de la misma, años atrás fue director y conoce perfectamente lo que está bien y lo que está mal, los contratos de la supuesta capacitación, que mal dieron, nada más para tomarse las fotos, no fue completa en sus tiempos, de ahí la lapidación de los presupuestos públicos, todo se ejecutó a través de la empresa INSTITUTO DE CRIMINOLOGIA DEL NOROESTE, A.C., propiedad de Quiñonez Reyna y su familia, entre otros, hoy asumido como nuevo Director del INECIPE, ya tiene otra empresa de capacitación “comparsa” para la facturación y poder apropiarse de los presupuestos estatales y federales en esta materia, como la suya no podrá directamente, lo realizará por conducto de la empresa Instituto de Estudios Criminológicos de Sinaloa (INESCRIM), porque desde hace tiempo ha sido la “palera” de la negociación particular de Quiñonez Reyna, las dos aparecen en todos los concursos para contratos, que será tema de reportajes subsecuentes. La llegada de Joel a la academia de policía, se debió a la recomendación que hiciera el titular del Secretario Ejecutivo, del secretariado estatal de seguridad pública, Rigoberto Monjardín Zazueta, en la tarjeta informativa que le pasó al gobernador Quirino Ordaz Coppel, no asentó la información de la cercanía que Quiñonez Reyna tenía con el anterior gobierno, mucho menos de los negocios que realizó en la pasada administración malovista, así que en marcha una investigación para dejar en claro quién es quién en la actual administración, por aquello de las figuras “honorables” que se atreven abordar temas sobre el concepto de corrupción, que en circunstancias nuevas venden cierta información que puede perjudicar a sus amigos del pasado sexenio, aunque puedan caer enredados en su propia inmundicia, este señor representa una bomba de tiempo para la imagen del actual gobierno, que pude tronar en cualquier momento… EMBRIAGUEZ DE PODER. Toda persona que llega a ocupar el puesto de gobernador, en cualquier estado, se transforma, se llena de soberbia y arrogancia, donde se creen tocados por dios, los pierde el Glamour, el Helicóptero y los paparazis, entran en una especie de trance que los saca de la esfera de la realidad, rodeado de guaruras, lujos y dinero, de nuevos amigos, de negocios millonarios, viendo y acusando a su antecesor, pero confiando en sus acciones, seguro de que es el mero jefe, en su mente no hay otra cosa más que yo soy el que mando, a mí no hay quien me diga nada, ¡Soy el Gobernador!, pero hay una circunstancia que no toman en cuenta, que todo tiene un principio y un fin, es el tiempo, ese no se detiene, y a todo el que pisotea en su camino, lo patearán después de que deje el cargo, aquí aplica un proverbio bíblico “Con la Vara que midas, serás medido”, por eso a los actuales y vigentes gobernadores de los estados deben hacer las cosas bien, saber si van a picar pleito a los que se fueron, tener la certeza de la verdad, no caer en cacería de brujas, porque a la vuelta de pocos años, o incluso meses, podrían verse en serios apuros con crisis de poder, ya vemos a Javier Duarte de Ochoa, nunca se imaginó que lo enjuiciarían, confió en su padrino Fidel Herrera Beltrán, que el gobierno federal no lo tocaría y se equivocó, en Sinaloa recuerdo cuando Francisco Labastida Ochoa, fue nombrado candidato del PRI, a la Presidencia de México, Juan Millán Lizárraga, quien tenía poco más de un año como gobernador, se le descuadro el “yoyo” junto con todo su equipo, porque los “labastidistas” ya se hacían destituyendo a Millán, poco les duró el gusto, perdió el PRI por primera ocasión la presidencia, la suerte de Millán cambió, en solo meses el “yoyo” se les descompuso a los que lo amenazaban, se la jugó con Vicente Fox, le fue bien, ya no tuvo ningún problema, ahora hay que ver como se la va a jugar el gobernador Quirino Ordaz Coppel, si le entra, si le alcanza, si traiciona o se la juega, porque nunca será lo mismo con papá presidente que huérfano de presidente, lo que sí que en política todo se paga, nada se queda a deber, y es una actividad sabida por todos, donde los amigos son de mentiras pero los enemigos son de verdad y para siempre, vamos a ver qué pasa… LEY ANTIDIFAMA