Sagarpa vuelve a mentir

Por: Miguel Valle Campos

Ningún avance para liquidar los rezagos de 2014 y 2015, menos la cosecha reciente; anuncian nuevas movilizaciones

Engañar a los productores agrícolas sinaloenses vuelve a ser la práctica de la SAGARPA.

Acusados de “llorones” por la burocracia federal, sin reconocer que basan sus reclamos en el hecho de ser los más eficientes en el campo, los campesinos del estado vuelven a depender de los actos de protesta para exigir que se respeten sus niveles de rentabilidad en el esfuerzo productivo.

La mentira tiene nombre: José. En su más reciente declaración y promesa para el pago de deudas del 2014, 2015 y de las cosechas de maíz y trigo del ciclo pasado, 2016-2017, el secretario del ramo, José Calzada Rovirosa, dijo que las cuentas pendientes serían liquidadas esta semana. Y hay evidencias de que esto no será posible.

La jerarquía de la dependencia lo sabía desde antes. Pero la salida fácil fue dar un plazo que no podría cumplir. Engaño para los productores de alimentos y para el gobernador Quirino Ordaz Coppel, confiado por necesidad de creer.

No pagarán por los gastos imprevistos en las zonas afectadas por el terremoto y las lluvias abundantes, sino por la rutina burocrática de la dependencia o por el “jineteo” que practican. La explicación que reciben las víctimas de Calzada es que la Secretaría aún no define ni lo que llama ella misma “el esquema” de pago.

El compromiso del secretario, José Calzada Rovirosa, transmitido a través de la delegación Sinaloa, es que “para el 15 de septiembre” los productores recibirían los pagos pendientes, de los ciclos agrícolas 2014 y 2015, y que el importe de las cosechas del ciclo pasado lo recibirían el último día de este mes. Las trillas y entrega del cereal más importante en tierra sinaloense comenzaron hace casi cuatro meses.

La burocracia todo lo empantana, hasta el ingreso de las familias que viven del surco.

Los campesinos que han acudido a los centros regionales de SAGARPA y a la propia delegación, reciben la noticia de que todavía están esperando instrucciones de oficinas centrales, donde de manera constante son modificados los trámites para el flujo del dinero. Cada ciclo cambia “el esquema” para hacer lenta la salida de dinero que pertenece al productor.

La indignación por “las mentiras de Calzada” llevó a dirigentes de distintas regiones agrícolas del estado a advertir que irán a nuevas movilizaciones de protesta, a partir del 18 de septiembre, para presionar de la única forma en que oyen los sordos de SAGARPA.

El delegado Patricio Robles Luque sólo explica que “el secretario está trabajando en eso” y que “el gobernador del estado no deja de gestionar”, pero no hay respuestas concretas.

ESTÁN PEOR CUANDO LES PROMETIERON QUE ESTARÍAN MEJOR

Ante este panorama de incertidumbre, los viejos campesinos recuerdan la diferencia de esta burocracia mentirosa con la desaparecida CONASUPO en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari.

Hacen memoria de que la compañía, desaparecida para abrir paso a una “nueva política más eficiente para el campo” ofrecida por el salinato, pagaba las cosechas en plazos que no rebasaban los 15 días luego de entregarlas en bodegas.

Cuando la liquidación tardaba dos semanas, ya parecía una exageración y un abuso. No sabían lo que llegaría en la era de las reformas estructurales. Los acopiadores también debían dar fluidez a los trámites, a fin de que el importe de la producción llegara en esos plazos.

ASERCA, el apéndice “moderno” del sector agrícola, encargad del pago a productores, es un espacio de opacidad y de trafiques con influencias y recursos para sacar “moches” de los presupuestos para el campo, lamentan una y otra vez sus víctimas.

Entonces no había problemas de liquidez, o el campo sí era prioridad, o tal vez porque no había la cultura del “jineteo” en las proporciones actuales, con demoras hasta de tres años.