La canalla electorera medra con la crisis humanitaria
Muy miserable! resulta atribuir al gobierno de Enrique Peña Nieto un matiz electoral al uso y destino de los recursos para la reconstrucción en ocho entidades de la República afectadas por los terremotos 7-19 de septiembre pasado.
No son los de “la oscura caverna del populismo” o las organizaciones civiles que militan en el combate a la corrupción, las que lanzan esa roca a los tejados republicanos: Es, ni más ni menos, el presidenciable secretario de Hacienda, José Antonio Meade.
El administrador de las finanzas públicas convocó a conferencia de prensa en Palacio Nacional el pasado viernes expresamente para salir al paso “a las insidias”.
Aunque precisó que el monto final de los daños no ha sido cuantificado, están “perfectamente identificados” el origen de los recursos y los niveles de gobierno que se encargarán de la obra de reconstrucción. No hay ningún deseo de aprovecharlo con un fin de beneficio electoral y sería muy miserable tratar de darle ese matiz al despliegue humanitario…
Dime de que blasonas y te diré de qué color pinta el verde
“Dime de que blasonas y te diré de lo que careces”, advierte la conseja popular. Por lo pronto, Meade se pone el guarache antes de espinarse. Se están aplicando ya vacunas antitetánicas para prevenir daños accesorios entre los escombros nacionales.
El asunto es que la burra no era arisca. El secretario de Hacienda sobresalió la semana pasada entre los presidenciables priistas del gabinete que acompañaron a Enrique Peña Nieto en la agenda posterremotos.
Fuerza México, ¿franquicia fáctica de partido?
Aquí conviene empezar desde el principio: Mientras que brigadas solidarias se la partían literalmente desde el 8 de septiembre entre los escombros para tratar de salvar vidas y dar socorro a casi dos millones de damnificados, “de la nada”, en una parte de las cadenas televisoras, se empezó a posicionar el logo ¡Fuerza México!
Si algo tenía de subliminal ese slogan, pronto se fue corriendo el velo que cubría a quienes lo promovían: Obviamente, visibles facciones de hombres de negocios, algunos de los cuales son donantes de Consejo Mexicano de la Comunicación, que invariablemente prefiere las pantallas de Televisa para sus promociones.
Distante de las organizaciones del poder civil, el propio Peña Nieto empezó a abandonar los sitios de la tragedia para privilegiar los montajes televisivos en cálidos encuentros con las cúpulas empresariales. Primero, en la Ciudad de México; luego en Tapachula y Monterrey.
Se inició la cartelera con el Consejo Coordinador Empresarial, con Juan Pablo Castañón en lugar especial en el presídium. En el segundo acto, con una variopinta congregación de líderes de la iniciativa privada. Cerró la semana con la Confederación de Cámaras Industriales.
Desde el primer momento del nuevo itinerario, Peña Nieto empezó a contar el dinero delante de los pobres. Aunque a fin de semana el secretario de Hacienda aseguraba todavía que no lograba cuantificarse el monto de los daños, Peña Nieto ya estaba abriéndole el apetito a los que, en última lectura, se favorecen de los contratos púbicos. Para el efecto, los de la reconstrucción.
Desde media semana, Peña Nieto habló de 38 mil millones de pesos para los primeros libramientos de la Tesorería de la Federación para aquel efecto.
En Tapachula, Chiapas, Peña Nieto tomó la ocasión de la puesta en marcha de las Zonas Económicas Especiales para incitar a la inversión privada en estos complejos, con el gancho de exención de 100 por ciento del Impuesto sobre la Renta los primeros diez años y de 50 por ciento en los siguientes cinco. Esto es, una concesión duradera hasta 2033.
Adicionalmente, comprometió un tratamiento especial consistente en tasa cero del Impuesto al Valor Agregado. ¿Qué más quieren? ¿Quieren más? ¿Quiénes hacen activismo electorero con cargo a la función pública?
Fue el propio Peña Nieto quien ya incorporó a su discurso la referencia a ¡Fuerza México! dándole cartas de naturaleza. Como hasta la fecha se desconocen compromisos específicos -y cuantía- de los empresarios, se colige que la perinola está puesta en el lado de todos toman.
La tendencia quedó confirmada en el evento de la Concamin en Monterrey.
Los contratos a petroleras, intocables
Para entonces, el comisionado presidente de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (órgano regulador en materia petrolera), Juan Carlos Zepeda dejaba en claro que las elecciones de 2018 no implican riesgos para los contratos que ya se han firmado al amparo de la Reforma Energética (70 para exploración y explotación, que se han firmado preferentemente con trasnacionales extranjeras).
Las petroleras trasnacionales se han jugado el riesgo de caer en la bancarrota financiera: Le han hecho a sus finanzas un boquete de 39 mil dólares para la Cruz Roja Mexicana.
Y se conoció la cereza en el pastel: En los primeros nueve meses de 2017, la banca mayoritariamente extranjerizada se alzó con la linda suma de casi 90 mil millones de pesos de ganancias (23.1 por ciento de incremento respecto del mismo periodo de 2016).
Hasta hoy, no se ha hecho público ningún compromiso específico de la Asociación de Bancos de México para el financiamiento de la reconstrucción. Si se sabe que, un día sí y otro también, se dan a la publicidad nuevas cuentas bancarias para recibir donaciones en efectivo “para la causa de los damnificados”.
Aunque se exhiben los logos bancarios, se ignora quién las promueve ni quiénes administrarán los recursos captados. Todo un homenaje a la transparencia.
El lodazal en la transas de los partidos políticos
Lo que si es bastante transparente, es la sórdida y mezquina manipulación mediática que los dirigentes de los partidos políticos nacionales están haciendo de su súbita generosidad con los subsidios públicos que reciben con cargo a los contribuyentes cautivos, supuestamente para el auxilio de damnificados, sin condicionar a la Tesorería de la Federación el destino concreto de esos rembolsos cuya aplicación, sin embargo, no se hará antes de que termine 2017.
Como Meade no le puso nombre a los miserables que medran con la tragedia nacional con fines electorales, acaso no quiso meterse en camisas de once varas nombrando a los dirigentes de esos partidos que pretenden hacer caravana con sombrero ajeno. (El sombrero de los causantes.)
Quizá en la nómina de miserables estén los consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE). Éstos, no por su benevolencia con dinero ajeno, sino por su cicatería.
El consejero del INE José Roberto Ruiz Saldaña, puso a flote de qué están hechos sus compañeros de privilegios innobles.
Ruiz Saldaña puso en agenda dos acuerdos ante el Consejo General del INE: 1) cancelar las jaladas de las consulta infantil y juvenil sobre los procesos electorales de 2018, y destinar ese gasto (casi 44 millones de pesos) a fines humanitarios.
El segundo acuerdo rasgó la camisa de los consejeros y exhibió su putrefacto cuero. A sabiendas que tanto él como sus pares tienen ingresos al mes de al menos 187 mil pesos, propuso que aquellos funcionarios del Instituto que ganen más de 50 mil pesos se mochen al menos con 5 por ciento.
Poco faltó para que se montara la guillotina para decapitar a Ruiz Saldaña.
El consejero presidente Lorenzo Córdova pretendió escapar por peteneras sugiriendo en cambio que se rembolsen a la Tesorería de la Federación unos 115 millones de pesos “ahorrados” hasta ahora.
Tamaña “nobleza”, sin embargo, no se hizo extensiva solicitando a la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados un recorte a la partida de más de 25 mil millones de pesos para 2018, que se sigue cabildeando en San Lázaro.
Pues tiene razón Meade: Hay mucha miseria y ruindad en aquellos que hacen de la tragedia nacional un reality show. Es cuanto.