Los talibanes cortaron los pies y las manos y posteriormente asesinaron a tiros a una anciana de 85 años.
A esta mujer, la acusaron de espiar para el Gobierno en una zona controlada por los insurgentes en la provincia de Helmand, en el sur de Afganistán.
Un grupo de insurgentes secuestró hace tres días a la anciana, identificada como Liwanai, esposa de un granjero, cuando ésta viajaba en un vehículo por el área de Amir-Agha, en el distrito de Garamsir, pero su cuerpo no fue encontrado hasta ayer, indicó el portavoz del gobernador provincial, Omar Zwak.
“Tras secuestrar a la mujer le cortaron las manos y los pies, la mataron a tiros con un arma y tiraron su cuerpo en un desierto cercano del distrito”, detalló la fuente, quien precisó que la víctima fue enterrada este jueves.
Miembros de los servicios de inteligencia y vecinos del lugar confirmaron al Gobierno provincial que la mujer había sido acusada de espiar para las autoridades, un hecho negado por Zwak, quien destacó su delicado estado de salud.
El número de asesinatos bajo acusación de espionaje se incrementó en la zona en los últimos meses, según el portavoz, para sembrar miedo entre la población tras perder el control de varias áreas en bombardeos y operaciones especiales de las fuerzas afganas.
Ayer, los talibanes asesinaron a un menor de 17 años también acusado de espionaje, tres días después de secuestrarlo en su casa del mismo distrito.
Los talibanes, sin embargo, negaron su implicación en el suceso en un mensaje de su portavoz Qari Mohammad Yousef Ahmadi difundido en canales de Telegram afines a la formación.
Helmand es una de las provincias más inseguras del país y los insurgentes controlan nueve de sus catorce distritos, incluidas algunas partes de la capital, Lashkargah, según datos del inspector especial general para la Reconstrucción de Afganistán (SIGAR por sus siglas en inglés) del Congreso de Estados Unidos.
Con Información de Excélsior