Nada nuevo bajo el sol
No cabe duda de que hoy, nuestra clase política está compuesta por una variopinta gama de personajes que son todo menos políticos.
¿Entonces qué son? La verdad es que no lo sé.
Desde el 2000 para acá, en México la política se fue alejando del mundo de las ideas para convertirse en un reino más de la mercadotecnia, los partidos dejaron de representar las diferentes versiones de la realidad para convertirse en… la verdad es que no lo sé. Lo único que sí puedo afirmar, es que luego de adoptar la visión de ser como marcas comerciales, donde los candidatos son como los productos, se deshicieron de publicistas y mercadólogos para decretar que cada candidato –y grupo compacto que lo rodea-, son especialistas en comunicación política, imagenólogos, creativos, etc.
A donde quiero llegar, es que renunciaron al campo de su competencia –lo que sabían hacer- para adoptar uno nuevo del cual no tienen ni idea, pero fieles a su costumbre lo intervinieron hasta burocratizarlo y a la fecha ahí siguen. Una buena muestra la podemos ver en los nuevos videos de Meade, que están pensados no para convencer votantes en torno a una candidatura, sino para demostrarle al gran elector (Peña Nieto), que del candidato para abajo todos están alineaditos, sin la menor intención de molestarlo ni con el pétalo de una rosa, lo cual suele ser un método infalible para prosperar en una oficina pública. La estrategia es obligada cuando lo que se busca es ir accediendo a cubículos cada vez más grandes dentro de la burocracia, pero suele ser fatal cuando lo que se pretende es ganar votos.
Para empeorar los escenarios, los cambios provocados por internet en el mundo de la comunicación, han generado una revolución donde, todavía hoy, numerosos profesionales reputados como excelentes publicistas, no logran entender las nuevas mecánicas que rigen fenómenos como el de las redes sociales; si esto le ocurre a los especialistas, ya podemos imaginar cómo están hechos bolas en los cuartos de guerra…aunque ni falta hace el esfuerzo, ya lo estamos viendo con los mensajes publicados.
En realidad sigue sin haber nada nuevo bajo el sol: en publicidad los reyes son siempre los consumidores, los clientes. De la lealtad a ellos, de su satisfacción, etc. depende el futuro de los proyectos, esa premisa no ha sido tomada nunca en cuenta por quienes pretenden convencernos de votarlos, a cambio nos vienen a ofrecer pan con lo mismo: mismo mensaje, misma promesa, mismo rostro, mismo nombre… Estos dizque estrategas, pretenden vernos la cara con el mismo engaño que han usado con el jefe de la oficina, al que después de darle por el lado, en el momento indicado se le asesta la puñalada trapera para ascender más alto que él.