“El Mayo” Zambada, líder fundador del Cártel de Sinaloa, está lejos de ser atrapado

Información de autoridades estatales así lo confirman
El Rancho Santa Clara, ubicado en El Limón de los Ramos, al norte de Culiacán, Sinaloa, fue escenario de un supuesto operativo entre Fuerzas Federales y la Policía Estatal, donde el líder fundador del Cártel de Sinaloa y uno de los narcotraficantes más buscados había escapado: Ismael “El Mayo” Zambada.
Trascendió que varios vehículos y armas fueron asegurados, mientras que el rancho fue resguardado tanto por elementos del Ejército, como de la Policía de Sinaloa.

Sin embargo, Ismael Zambada nunca estuvo ahí. Así lo aseguró el titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Sinaloa, Fermín Hernández Montealegre.

De acuerdo con el medio local El Noreste, Hernández Montealegre explicó que elementos de la Policía Estatal detectaron un vehículo con reporte de robo dentro del cual hallaron un arma de fuego, tipo R15.

Posteriormente, los uniformados detectaron diversos “vehículos sospechosos” en las inmediaciones del rancho, por lo que solicitaron una orden de cateo. Mientras dicha orden llegaba, arribaron elementos del Ejército para resguardar el lugar, al igual que helicópteros de la Policía Federal.

El funcionario estatal no detalló si hubo personas detenidas en los hechos, lo que sí rechazó fue la supuesta presencia de Ismael “El Mayo” Zambada.

Lo cierto es que no hay indicios de que el Gobierno de México o el de Estados Unidos estén cerca de atrapar al líder del Cártel de Sinaloa, pese a estar en el top tres de los narcotraficantes más buscados en ambos países.

Como un fantasma y escondido en la sierra del llamado Triángulo Dorado, formado por los límites de los estados de Sinaloa, Durango y Chihuahua, “El Mayo” lleva 50 años en el narcotráfico sin pisar la cárcel, ni asesinado por sus rivales, un récord poco visto en el negocio ilícito de las drogas.

Actualmente su cabeza tiene un valor de 30 millones de pesos, de acuerdo con el programa de recompensas de la Procuraduría General de la República (PGR).

Eso no significa que Zambada no haya recibido golpes de parte delGobierno Federal.

Apenas el pasado 16 de agosto, la Secretaría de Marina (Semar) realizó un operativo en un laboratorio del poblado de Alcoyonqui, muy cercano a Culiacán, en Sinaloa, donde decomisó 50 toneladas de cristal, con un valor de alrededor de 625 mil millones de pesos.

Dicho “narcolaboratorio” fue atribuido al mismo “Mayo” Zambada, por autoridades federales.

La familia de Ismael Zambada también ha recibido golpes de las Fuerza Federales.

Tres de sus hijos han sido detenidos: Vicente Zambada, “El Vicentillo”, Serafin Zambada e Ismael Zambada, “El Mayito Gordo”. Así como su hermano Jesús Zambada García y su sobrino Jesús Zambada Reyes.

“El Mayo” Zambada fue el intermediario de la disputa entre “Los Chapitos” y “Los Dámaso”, quienes se pelearon el liderato del Cártel de Sinaloa tras la detención y extradición de, Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”.

 

Tras la detención de Dámaso López Núñez, “El Licenciado”, y su hijo Dámaso López Serrano, “El Mini Lic”; “Los Chapitos” junto con “El Mayo” Zambada son considerados líderes del Cártel de Sinaloa.

 

Junto a ellos aparece también Rafael Caro Quintero, el viejo líder del extinto Cártel de Guadalajara liberado en 2013, y Juan José Esparragoza Moreno, “El Azul”, otro de los fundadores del Cártel de Sinaloa.

De acuerdo con un documento de la PGR en posesión de La Silla Rota, el Cártel de Sinaloa tiene presencia en Chihuahua, Durando, Sonora, Coahuila, Baja California, Baja California Sur y Sinaloa.

Sin mencionar que tiene bajo su manto diez células criminales : Gente Nueva, Los Cabrera, el Cártel del Poniente, la banda de “El Aquiles”, la de “El Tigre”, “La del 28”, “Los Artistas Asesinos”, “Los Mexicles”, “Los Salazar” y “Los Memos”.

Por su parte, la Administración para el Control de las Drogas (DEA por sus siglas en inglés), el Cartel de Sinaloa exporta y distribuye cantidades al por mayor de metanfetamina, mariguana, cocaína y heroína en Estados Unidos.

Sus centros de distribución en tierras estadunidenses son las ciudades de Phoenix, Los Ángeles, Denver y Chicago. Mientras que los puntos de cruce e droga con California, Arizona, Nuevo México y Texas.